Sus hijos se levantan
y la llaman bienaventurada,
también su marido, y la alaba diciendo:
Muchas mujeres han obrado con nobleza,
pero tú las superas a todas.
Engañosa es la gracia y vana la belleza,
pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada.
Dadle el fruto de sus manos,
y que sus obras la alaben en las puertas.
• Proverbios 31.28-31